Prevención de la gripe y el resfriado
Durante todo el año podemos coger un catarro, pero el carácter epidémico de la gripe hace que esta sea más estacional, siendo la temporada de la gripe habitualmente entre octubre y finales de febrero, aunque algunos años se alarga hasta marzo o incluso abril.
En este artículo hablamos de prevención del contagio de resfriados y gripe entre personas grandes y de cómo son los cuidados en las residencias y centros de día del Instituto de Religiosas de San José de Gerona
Prevención del contagio de resfriados y gripes entre las personas mayores
- Vacunación contra la gripe, especialmente de las personas mayores, que constituyen un grupo de riesgo. Para los resfriados no hay vacunas, pero es importante tomar las siguientes medidas para ayudar al sistema inmunitario.
- Tapar boca y nariz al estornudar o toser: con un pañuelo de papel que tiraremos inmediatamente a la basura. Si no se dispone de pañuelo, hay que utilizar la cara interna del codo en lugar de la mano.
- Lavado de manos: lavado de manos con agua o jabón o, si no es posible, con toallitas o gel de alcohol. Antes y después de tocarse los ojos, la nariz o la boca, de atender a una persona enferma, de comer, ir al baño o cambiar pañales. Después de toser o estornudar, viajar en transporte público, volver de la calle, etc.
- Evitar el contacto de proximidad: besos, abrazos, compartir vasos o cubiertos…
- Limpiar con frecuencia las superficies: mesas, muebles, pomos de las puertas… En este tipo de superficies los virus pueden sobrevivir varios días. Es conveniente limpiar con productos de limpieza y ventilar de vez en cuando abriendo las ventanas.
La vacuna contra la gripe en la tercera edad
Entre el 5% y el 15% de la población de las grandes ciudades padece la gripe cada año, alcanzando hasta el 50% en el caso de grupos de población que se encuentran durante mucho tiempo en lugares cerrados, como las residencias para la gente mayor.
Cada año los investigadores determinan cuáles serán el virus más comunes durante la temporada y los incluyen en la vacuna antigripal. La vacuna empieza a hacer efecto aproximadamente al cabo de dos semanas de su administración. La vacuna tiene una eficacia de entre un 70 y un 90%, que significa que algunas de las personas que se vacunen contraerán la gripe. Así pues, es muy importante que las personas que se encuentren en contacto con los grupos de población en riesgo también se vacunen.
Según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGC), la vacunación contra la gripe es imprescindible en las personas mayores de 60 años. Vacunarse es una medida segura y efectiva, que reduce los casos de hospitalización en más de un 30% y un 40% la mortalidad.
La prevención de la gripe y los resfriados en las residencias de gente mayor y los centros de día del IRSJG
En las residencias del Instituto de Religiosas de San José de Gerona ponemos en marcha el siguiente protocolo para prevenir la gripe:
- Campaña de vacunación de los residentes.
- Vacunación de los trabajadores de la residencia.
- Regulación de las temperaturas: mantenemos una temperatura constante, en torno a los 21ºC, mediante buenos sistemas de calefacción y de aislamiento térmico. Esta medida también reduce el riesgo de que los residentes sufran un aumento de la presión arterial como consecuencia del frío.
- Ventilación. Las habitaciones y los espacios comunes se ventilan a diario para renovar el aire, al tiempo que esto también ayuda a mantener un cierto nivel de humedad para evitar que el ambiente se reseque.
- Trabajamos los hábitos de higiene con nuestros residentes.
- Fisioterapia respiratoria. Trabajamos a diario con nuestros residentes ejercicios respiratorios. Les hacemos trabajar el diafragma y el abdomen con inspiraciones lentas y profundas, y les enseñamos a toser y a expectorar. Es un buen ejercicio para prevenir que un simple resfriado se convierta en una afección pulmonar grave.
- Dieta rica en vitamina C. Durante la época invernal aumentamos la presencia de verdura, pescado y fruta con un alto contenido en vitamina C.
- Vigilamos la hidratación: los cuidadores les recuerdan a los residentes que tienen que beber líquido con frecuencia, aunque no tengan sed.
- Cuidamos que nuestros residentes vayan bien abrigados. Recomendamos a las familias de los residentes que les traigan ropa caliente, ligera y cómoda. Los patucos y los calcetines de lana son muy recomendables. Y, si los residentes salen fuera, vigilamos que lleven puesta su gorra, guantes y ropa de abrigo.